último deseo
Un gallego, condenado a muerte, le dan a elegir que tipo de condena prefiere:
Quisiera morir de Sida
Muy bien, concedido
Días más tarde, un médico llega a su celda y le inyecta el virus del VIH, mientras el gallego empieza a reírse a carcajadas.
El médico sorprendido, por la actitud del reo, le pregunta:
-Cómo puede reirse, si le estamos inyectando el virus del sida?
-¡Joder! ¡Pues de lo tontos que sois!
-¿Cómo? ¡Explíquese!
-¡Jajajaja! ... ¡es que tengo un condón puesto!